Pablo de Santis pertenece al tipo de escritores mágicos que siempre tienen una carta bajo la manga o que en cualquier momento sacan un conejo del sitio mas insospechado. Su formación profesional es la adecuada para el tipo de historias que nos tiene acostumbrados. Viene de las canteras de la historieta, el comic como le llamamos aquí. Escribía guiones en la histórica Revista Fierro, allá en Buenos Aires. Por lo tanto conoció y compartió trabajo con «cachimba» uno de los dibujantes emblemáticos de Argentina de los ochentas. Hizo periodismo y como escritor ha ganado premios muy importantes. Aquí en el colegio los alumnos de primaria disfrutaron hace unos años con «canguro embalsamado» de su cuento «El último espía», que por cierto tuve la ocasión de adquirirlo en la Feria del libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires, posteriormente escribio: «El inventor de juegos», «El buscador de finales» y «El juego del laberinto».
Tengo que confesar que sus novelas juveniles no las conoci hasta el año 2007 en mi visita a la feria, pues yo había leído antes «El calígrafo de Voltaire» (2001), «El enigma de Paris» (2007) y posteriormente «Crímenes y jardines» (2013). Historias cargadas de misterios por resolver, disputas detectivescas que son parte de la novela negra.
Muy pronto tendremos la suerte de entablar una charla con este gran escritor argentino via Skype, no se aun si se conectarà desde «Caballito», su barrio pero nosotros estaremos atentos en la sala de lectura de la Biblioteca para preguntarle a Pablo cómo se puede hacer magia y no morir en el intento.